Las salinas Makgadikgadi en Botsuana y Etosha en Namibia son sus espacios naturales que le dan vida y producen una de las sales más impresionantes que conocemos y es que, un lago seco en medio de la sabana seca del noroeste de Bostwana tiene que generar algo simplemente, maravilloso. Y es que su extracción tiene lugar por las acumulaciones subterráneas de sal de estas zonas y se seca bajo el sol del desierto y gracias a esto sus propiedades son únicas y se diferencia y mucho del resto de sales del mundo.
Sal del Desierto de Kalahari, un placer para tu paladar, un producto único y sobre todo, pura que en cualquier plato va perfecta.