De color rojo intenso, de sabor potente y de olor… indescriptible. Probarla es una opción, repetir… no lo querrás evitar.
Por tener, la Harissa tiene hasta lugar de origen “oficial” y es que es considerado el condimento nacional de Túnez pero lo más sorprendente es su origen real (y no oficial) que no es otro que España que lo llevamos hasta el país vecino en la ocupación que aconteció entre 1535 y 1574.
Pasta picante, que conseguirás al mezclar el polvo de nuestros tubos con aceite de oliva virgen (cuanto más puro y de mayor calidad sea el aceite, más rico sabrá el resultado) que une en perfecto equilibrio sal, cominos, pimientas, canela, ajo, pimentón, cayena, binza.
¿En qué recetas puedes usarla?
– Es un ingrediente habitual de sopas de garbanzos (la lablabi), condimentos de aliños de ensaladas (la méchouia), la maghouma (pimientos y tomates cocidos), la kefteji (verduras fritas y aliñadas) o la kémia, (ensaladas con patatas, limones encurtidos o nabos aderezados con aceite). Todos platos exquisitos que junto a la Harissa son de estrella.
– Además la Harissa es perfecta para algunas carnes como la casquería o la carne de cordero.
Si quieres probar algo diferente y sentirte como en el auténtico Marruecos … La Harissa debe estar en tu cocina.